En el paraje conocido como "La Mora Encantada" se encuentra una legendaria sima. Se trata de una dolina aluvial de gran tamaño, con forma de embudo debido al hundimiento del terreno por la disolución de las capas calcáreas inferiores. Alrededor de esta notable dolina natural y sus cuevas se narran muchas historias.

Una de estas leyendas relata que Aysha, una sarracena, se enamoró de un cristiano en un pequeño pueblo del Moncayo llamado Bulbuente. El padre de Aysha intentó impedir la relación de todas las formas posibles, pero el amor entre ellos era tan fuerte que ni con sus poderes de hechicero logró romperlo. Sin otra opción, transformó a su hija en una losa de piedra que se encuentra en esta notable dolina.

Esta historia se representa anualmente en el pueblo durante la "Feria de la Mora Encantada", donde los vecinos de Bulbuente recrean la época medieval, vestidos de moros y cristianos. Narran cómo, cuando este territorio aún estaba bajo control árabe, un grupo de cristianos, en su camino de regreso al reino navarro tras atacar Calatayud, pasó por Bulbuente y decidió atacarlo. En esta contienda, un cristiano llamado Alonso quedó cautivado por la belleza de Aysha, surgiendo así este amor prohibido.

Otra versión cuenta que el nombre se debe a una mora cuya curiosidad le costó caro, ya que en una de sus cuevas había un túnel que se conectaba con la torre del castillo musulmán (actualmente parte del castillo Bulbuente). La mora curiosa intentó comprobar esto, y aunque se la vio entrar, nunca se la vio salir. Por ello, se dice que el fantasma de la mujer aún vaga por los túneles, y algunos añaden que incluso custodia un tesoro oculto.

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